viernes, 11 de junio de 2010

Fernando Vallejo, un defensor de los animales (II)

El siguiente texto es parte de una nota aparecida en Buenos Aires, en el diario TIEMPO ARGENTINO –SECCIÓN CULTURA– el domingo 23 de mayo de 2010. Entrevistado por Mónica López Ocón con motivo de la publicación de su último libro, EL DON DE LA VIDA, el escritor habló sobre los animales.
(Jacques Joset es uno de sus críticos, ‘hispanista’ belga de buena voluntad, que quizá tiene grandes dotes para la jardinería, o para el arte culinaria, o vaya uno a saber para qué, y no se ha dado cuenta).


“Mi causa no es la causa
de los niños pobres,
sino la de los animales”
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M. L. O.: –Jacques Joset lo define como un antihumanista. ¿Coincide con esa definición?

FERNANDO VALLEJO: –Habría que definir qué entendemos por humanista. Si entendemos que un humanista es alguien a quien le interesan las humanidades, la literatura, la historia, la sociología, el conjunto de la cultura, yo sería un humanista.

M.L.O.: –Pero su narrador dice frases como “sé que hay hambre en Biafra, pero no me importa” o sostiene que abomina del género humano. ¿No es esto ser antihumanista? Por eso le preguntaba en qué medida se hace cargo de lo que dice el narrador que creó.

FERNANDO VALLEJO: –Yo tengo una causa que no es la defensa de los niños abandonados, los niños pobres, los desempleados. Mi causa es la de los animales. Siento una inmensa compasión por los animales. Para la gente que piensa como yo, que no es mucha, es algo muy conmovedor.
Pero la mayoría tiene una venda en los ojos que le impide ver a los perros, los caballos, las vacas, como nuestros hermanos.
Los animales superiores son de una inteligencia muy grande, si consideramos que una gran inteligencia es la que se acerca a la del hombre, que tampoco es tanta.

El cristianismo ha pretendido que el prójimo son los otros seres humanos, pero yo voy al revés del mundo. Cristo nunca tuvo una palabra de amor por los animales. Yo, en cambio, siento que mi prójimo son ellos. Los más desventurados de los desventurados son los animales, son más desventurados que los más pobres de los pobres. Todos se los comen sin ningún remordimiento de conciencia.

M.L.O.: –En nuestra sociedad el amor intenso por los animales es muy criticado porque parece que volcar ese amor en un animal es no volcarlo en el hombre.

FERNANDO VALLEJO: –Sí, cuando doné el premio Rómulo Gallegos, me preguntaron por qué no lo donaba para los niños desamparados, pero si me hubiera comprado un carro de lujo, nadie me lo habría reprochado. Con mi plata yo hago lo que quiero. Quisiera saber cuánta plata da esa gente a los niños abandonados. Entonces es cuando comienzo a insultar a las madres que los parieron, por irresponsables, por miserables. En realidad son unas pobres mujeres ignorantes… etc.

(Los destacados en negrita son míos).

JAMÁS ME HE SENTIDO TAN IDENTIFICADA CON LA MANERA DE PENSAR DE OTRA PERSONA COMO CON LA DE FERNANDO VALLEJO. POR ESO LO AMO, Y TUVE LA BUENA SUERTE DE PODER VERLO, ABRAZARLO, DARLE UN BESO Y DECÍRSELO.

Además considero que es uno de los más grandes escritores de esta época, en lengua española. Deberían darle el premio Nobel de Literatura (pero dudo que lo hagan, porque ese no es un premio al mérito).

Fernando Vallejo, un defensor de los animales (I)

El jueves 21 de mayo de 2008 el escritor dio una conferencia en la Universidad de Antioquia.
Extracto de una nota aparecida en ELESPECTADOR.COM –CULTURA-, el 24 de mayo de 2008.
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“Mi causa no es la sangre humana”
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Lo acompaña su hermano Aníbal, uno de sus más leales escuderos. Detrás de ellos, un grupo de voluntarias de la Sociedad Protectora de Animales conduce a una docena y media de perros,…

[Vallejo]… resume algunas de las asombrosas semejanzas entre animales y humanos. “Entonces ¿qué nos diferencia? La palabra, que, por lo general, usamos para mentir. Vacas, perros, cerdos y caballos, como nosotros, tienen dos ojos, dos fosas nasales, dos hileras de dientes, sangre roja y un sistema nervioso para sentir hambre, sed, terror. Pero los masacramos sin que nos importe un comino. Los animales son nuestro prójimo, nuestros hermanos”.

domingo, 6 de junio de 2010

Monedas del Bicentenario argentino (1810-2010)

Estas son imágenes de las monedas del Bicentenario de la Revolución de Mayo.
¡No salgo de mi asombro!
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Fueron emitidas para conmemorar la Revolución del 25 de Mayo de 1810 y puestas en circulación el 4 de junio de 2010, con motivo de los festejos relacionados con el Bicentenario.

Tales festejos comenzaron aproximadamente una semana antes del 25 de mayo. La ciudad estuvo llena de gente, muchas de ellas de diferentes provincias, que vinieron para asistir a tan mentada conmemoración. Sin embargo, ninguno de los visitantes pudo llevarse de recuerdo unas monedas porque, aunque algunos Bancos ya las tenían en su tesoro, no estaba la orden de hacerlas circular.

(Sé a ciencia cierta que las monedas estaban en los Bancos porque preguntando si había alguna novedad, un tesorero me informó que había cinco variedades de monedas de un peso y que ya las tenían, pero que no podía cambiarme ninguna porque aún no tenían la "orden" - de ese modo me enteré de que iban a salir y me dispuse a perseguirlas para incluirlas en mi modesta colección).

Y no salgo de mi asombro por dos motivos. El primero se deduce de lo explicado: ¿por qué no las pusieron en circulación antes, para el 25 de mayo? Y el segundo me desconcierta aún más, porque no entiendo.

No entiendo qué cuerno tienen que ver esos paisajes con la Revolución de Mayo de 1810.

Los paisajes y la ciudad de Mar del Plata pueden ser muy bonitos y muy típicos de la Argentina, no discuto, pero la Revolución se gestó en Buenos Aires (en la que ahora es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), específicamente en el Cabildo y sus alrededores, y según el acta del 25 de mayo de 1810 participaron activamente (quiero decir: votando -o no votando pero estando presentes en el acto-) 245 ciudadanos, además del pueblo raso que apoyaba desde "afuera".

Por eso me pregunto: ¿por qué eligieron poner en las monedas paisajes que nada tienen ni tuvieron que ver con la Revolución? (La ciudad de Mar del Plata ni siquiera existía).

Si usaran la cabeza para algo más que para peinarse y maquillarse, hubieran tenido no menos de una decena de motivos alegóricos... (el Cabildo -sin importar que ya esté en otra moneda-, los distintos miembros de la Primera Junta, la Pirámide de Mayo, por mencionar sólo lo más destacado).

En fin, somos lo que somos... y así nos va.





miércoles, 2 de junio de 2010

Frases sobre gatos.


El hombre es civilizado en la medida en que entiende a los gatos. Jean Cocteau.

El gato posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad, todas las virtudes del hombre sin sus vicios. Lord Byron.

No existen gatos vulgares. Colette.

La actitud ociosa de los gatos es pura apariencia; en realidad, siempre andan ocupados en algún asunto importante. Thomas Seymour.

Los gatos se muestran enormemente pacientes ante las limitaciones de la mente humana. Cleveland Amory.

Un gato enroscado sobre sí mismo guarda misterios que jamás podremos imaginar. Walter Scott.

Cuando juego con mi gata, nunca sé si en realidad no soy yo quien le sirve a ella de pasatiempo. Michel de Montaigne.

Si los gatos pudieran hablar, no lo harían. Nan Porter.

Hay dos sistemas para huir de la miseria humana: tocar el órgano y contemplar los juegos de los gatos. Albert Schweitzer.

He estudiado a muchos filósofos y a muchos gatos. La sabiduría de los gatos es infinitamente superior. Hippolyte Taine-

No existe, verdaderamente, una sola cualidad del gato que el hombre no debería tratar de emular para mejorar. Carl van Vechten.

Si el hombre pudiera cruzarse con el gato esto mejoraría al hombre, pero deterioraría al gato. Mark Twain.

El gato es doméstico sólo cuando le conviene. Saki.

Los gatos son distantes, discretos, impecablemente limpios y saben callar. ¿Acaso hace falta más para considerarlos una excelente compañía? Reina María Leszcysanka.

Mi gato nunca ríe o se lamenta, siempre está razonando. Miguel de Unamuno.

Es una tarea muy difícil ganar el afecto de un gato. Será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero nunca será tu esclavo. Théophile Gautier.

Mefistófeles casero, está tumbado al sol. Es un gato elegante con gesto de león. Bien educado y bueno, si bien algo burlón. García Lorca.


Cualquier propietario de un gato dirá con razón que los gatos viven en las casas mucho mejor que los hombres. Incluso en los espacios más horriblemente cuadrados, saben encontrar los rincones propicios. George Perec.

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...............Recuerdo de la primera vez que me subí al calefón... (Julita).

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1226978